lunes, 29 de marzo de 2010

Recluido en el Hotel

No he salido de la habitación del hotel en dos días. No he permitido que el servicio pase dentro y solo he tenido contacto con el mozo que me trae la comida que pido.

Tengo grabada en mi cabeza la imagen de aquel individuo, de su cara pegada a la ventana del taxi con una expresión de absoluta desesperación, como de animal acechante... Intento recordar algún detalle de lo que llevaba en la mano, que podría jurar que se trataba de un CD, pero no hay manera, estaba demasiado asustado para fijarme en eso.

Es ahora cuando soy consciente del peligro que me amenaza, a pesar de las continuas advertencias de Emyl sobre la posibilidad de que me encontraran aquí, en Madrid. Y aunque también me aseguró que un aliado vendría a mi encuentro, hasta ahora sigo más solo que el tato. Ayer, en un momento de jiñamiento total, no me pude resistir y le pegué un toque al teléfono de Emyl. Estaba desconectado, lo cual no hizo sino asustarme aún más. Pero luego caí en la cuenta que a esa hora estaría aún sobre el escenario del Country Hall de Lieja, lo cual hizo que me percatara de qué manera me había desconectado de todo lo referente a mi gira mundial y la confianza absoluta con la que había entregado esta responsabilidad a Emyl. Pero como me dijo vía onírica hace unas noches, todo iba sobre ruedas.

Movido por la curiosidad saqué de la maleta mi MacBook y lo conecté a la red del hotel. Antes de nada pasé por mi blog personal y pude comprobar que Luís y Tomás seguían haciendo bien su trabajo publicando algo de vez en cuando.

- "¡Cuñu! - exclamé- si ha estado mi tío Jean Nicolás en el concierto de Marsella. Hace años que no lo veo, y espero que eso haya ayudado a Emyl para no levantar sospechas. De buena me he librado: Anda que no cuenta batallitas el abuelo cebolleta éste..."

Miré unos cuantos videos en YouTube y me quedé fascinado de la manera tan exacta con que Emyl había adoptado mi papel sobre el escenario: Se mueve igualito a mí, toca los platillos con la misma destreza y retuerce los knobs de los AKS con igual gesto de excitación tal cual estuviera tocando pezones. Eso sí, parece más fondón que yo, se tiene que notar con la liposucción que me hice hace unos meses, y gasta un acento inglés rarito, nada que ver con mi excelente dicción. Pero el jodío lo borda, incluso con la coplilla nueva que estábamos estrenando... Bueno, tampoco es que sea algo muy complicado, pero hay que reconocer que mi papel le va como un guante: Hasta el solo de "Oxygene 2" lo hace a la perfección: Casi no se nota que lo interprete Dominic.

Comprobar que el trabajo de Emyl era tan perfecto que no había indicios de que nadie se había percatado del cambio, a pesar de la aparición del clon de Juver del otro día, me inyectó optimismo. Posiblemente solo se tratara de algún fan espagnolo que pensó reconocerme y que después comprobaría que se tenía que haber confundido, pues "estoy" de gira por ahí. Genial, genial, fantássssstico...

Atravesé un suelo lleno de bandejas con restos de comida, abrí mi maleta y me enfundé una de aquellas camisetas con mi careto que durante un tiempo encontraba por todos lados. Mirándome al espejo mientras me mesaba la cabellera pensé que era hora de salir ahí fuera y cumplir mi parte de la misión.

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